Las sociedades mercantiles (S.A) han sido constituidas y utilizadas por la comunidad financiera y empresarial para fines tan diversos y variados como la adquisición de bienes, la reserva de la identidad de sus propietarios, la limitación de la responsabilidad personal de los accionistas en la realización de inversiones o en la ejecución de operaciones comerciales que implican algún riesgo, la adquisición de negocios o la estructuración de negocios o la estructuración de operaciones o transacciones financieras de alto impacto económico, tanto en Panamá como en el exterior.
La República de Panamá es reconocida como una importante plaza para la estructuración de negocios y la ejecución de transacciones extraterritoriales, debido a su posición geográfica se ha convertido en un pujante centro financiero internacional.
Las sociedades anónimas panameñas compran yates en el Mediterráneo y barcos tanqueros en Asia, son propietarias de condominios en todos los continentes, así como también poseen cuentas bancarias en todo el mundo, adquieren mercancías en Oriente y constituyen fideicomisos sobre bienes situados en Egipto o Moscú, participan en ofertas públicas de adquisición de importantes empresas en Colombia o Perú.